La más reciente amenaza a la paz de Aquilonia tiene un origen nada natural. No es el estruendo de la marcha de una armada Nemediana, o los gritos estridentes de una tribu de Pictos corriendo a la batalla. En vez de eso, los Páramos y los poblados fronterizos repartidos por sus límites están atemorizadas por la presencia de criaturas que se han ganado el nombre de "Bestias Oscuras" de los labios de los aterrorizados habitantes.
Que son exactamente las Bestias Oscuras y cual es su origen es un misterio solo conocido por aquellos envueltos por su nacimiento hechizado. Estos seres cazan animales y humanos sin distinción, y no siempre en búsqueda de alimento. Ya que mientras muchas víctimas son devoradas para saciar el apetito de las Bestias Oscuras, muchas más aparecen masacradas y dejadas intactas, asesinadas por la mera malicia de estos monstruos.
Pocos son los que viven suficiente tras encontrarse a estas bestias para contar lo que han visto, por lo que estas criaturas son conocidas por las gentes de los Páramos como una amenaza oscura, un peligro grave, y la gran evidencia de esto son los restos que dejan las Bestias Oscuras de sus víctimas. Aquellos que han sobrevivido a sus ataques hablan de abominaciones envueltas en pelaje negro, con zarpas bestiales y unos colmillos largos que apestan a un aliento fétido.