'"Había al menos una docena de hombres de las montañas, armados con garrotes de madera y lanzas y hachas con punta de piedra. Eran bajos, criaturas de cuerpos rellenos, envueltos en pieles andrajosas. Pequeños ojos sangrientos asoman bajo sus espesas frentes; sus labios gordos revelan largos dientes amarillos. Ellos eran como restos olvidados de una evolución temprana, , algo de lo que Conan había escuchado una vez a unos filósofos que argumentaban en las salas de templos Nemedianos. Sin embargo, justo ahora, estaba demasiado ocupado guiando a su caballo y apuntando con su lanza para repartir su atención en esa turba. Luego cruzó rompiendo cráneos como si fuera un relámpago."'- Conan de Cimmeria
Algunos estudiosos creen que hubo otras edades antes de la Edad Hyboriana, y que si uno viaja lejos y mira
detenidamente, puede tener la oportunidad de descubrir restos de las edades perdidas donde hombres anduvieron por el mundo, aunque no como son conocidos actualmente. Para aquellos conocedores de esos primitivos, se los considera como hombres bestia, salvajes caníbales muy limitados en intelecto y en el razonamiento. Son incapaces de hacer cualquier cosa que una cultura muy básica y su forma de comunicación se limita a gruñidos guturales de cuando la humanidad era nueva en el mundo.
Los clanes Cimmerios de las Montañas Eiglofiianas saben que estos hombres bestia aún existen, a pesar de que no se preocupan nada de porqué esos primitivos son restos de la humanidad o bien monstruos degenerados que han tomado la forma parecida a la de los humanos. Lo que más preocupa a estos clanes son los ataques despiadados de estos salvajes, que atacan a los poblados Cimmerios y puestos avanzados para capturar armas de mejor calidad y secuestrar personas hasta sus oscuras cuevas donde son devorados por estos caníbales.
Estos comedores de carne son una fuente de gran terror para los clanes Cimmerios de las montañas del norte. Los cuentos tribales cuentan que peor que ser la comida de una familia caníbal es convertirse en el sacrificio vivo para el gran gusano helado Yakhmar, o peor, ser ofrecido al dragón nevado Coltranach, a los que estos hombres bestia adoran como un dios.