En su demente misión por poder, los Nemedianos experimentan con fuerzas que escapan a su control. Intentan recrear la plaga negra que barrió su nación, y desplegarla contra sus enemigos los Aquilonios.
Su primer intento, que diseminaron por la Cordillera Fronteriza, infectó a la fauna local con una enfermedad espantosa. Esta enfermedad destripaba la piel natural de las bestias, dejando su carne caer a trozos de sus cuerpos. Como resultado del dolor constante, muchos de los animales se han vuelto locos.
Predominante sobre todos esos depredadores está el oso. Quinientas libras de colmillos y garras, vuelto loco por
la enfermedad que fluye por sus venas, estos depredadores recorren todo su territorio destrozándolo todo a su paso. Las bestias inferiores son masacradas a su paso e incluso los depredadores más poderosos acaban siendo víctimas cuando los osos corrompidos los atacan. En la parte norte de las Tierras Salvajes, hay un camino secreto llamado el Paso del Diablo. Se dice que un oso demoníaco habita ahí, apoderándose de las almas de todos aquellos que se atreven a adentrarse por el paso.
Solo un hombre asegura haber visto al oso y haber sobrevivido; Athero de los Forajidos. El busca un campeón que acabe con el oso y asegura que solo con el conocimiento que él atesora alguien podría tener esperanzas de lograrlo.