"El nombre que le dieron fue Dhurkhan Blackblade, un nombre que helaba los corazones de los hombres con miedo y odio. Sus bíceps brutales eran más espesos que la cabeza de un hombre; sus hombros sobresalen por encima de la cabeza de cualquier hombre alto. Y la habilidad de BlackBlade de intimidar es algo más que algo físico, ya que el fue el Señor de la Guerra Supremo de la Armada de Aqueronia y hermano del tenebroso Xaltotun."
"Blackblade maldijo y agitó su puño de mallas a sus hombres, su voz era como el latigazo de un látigo. Un soldado pausó para secarse el sudor de la su frente, en el proceso, rompiendo el ritmo del resto. Un instante después, la cabeza del soldado voló de sus hombros seguida de un chorro escarlata. Cayó rodando por las losas de mármol al tiempo que Blackblade ordenó a otro ocupar el lugar del hombre muerto."
Aqueronia; por largo tiempo vivirá el nombre en la infamia. Una civilización antigua de hechiceros de corazones
negros, conquistó el norte en nombre de la magia vil y la necesidad de corromper la sangre. Solo los salvajes hombres tribales que habitaron en las colinas grises del norte, donde Cimmeria se encuentra ahora, fueron capaces de resistirlos. Todas las demás naciones cayeron bajo sus espadas y brujería.
Dhurkhan Blackblade fue uno de sus más temidos campeones oscuros. Líder de las trece huestes y comandante de la mayor armada que marchó por Hyboria, todos se perdieron cuando la Ciudad Sagrada de Nithia sucumbió del resto de la tierra hace más de 3000 años.
Las circunstancias exactas de la desaparición de Blackblade son uno de los misterios sin resolver más grandes de Hyboria. El marchó con cerca de treinta mil hombres, monturas y máquinas de guerra y los forzó a través del desierto hacia Nithia, que por 19 siglos se había mantenido inconquistable. Sobre que pasó con su asalto nada se sabe ya que la ciudad fue devorada por el desierto en una tormenta de arena que duró veintitrés días, o al menos eso dice el mito.